Los que me conocéis, sabéis que para mí, La vida de Pi es la obra maestra del 3D hasta la fecha.
Desde que conocí personalmente en una edición del festival de Valladolid a Ang Lee, hace no menos de 10 años, he ido siguiendo a este realizador y ya entonces, con su Brokeback Mountain me pareció esencial para cualquier amante del cine seguir sus pasos.
Ahora que el 3D parece languidecer, aun nadie me ha explicado por qué se relegan a las 22:00 los únicos pases en 3D en algunas salas, me encanta saber que Ang Lee ha confirmado en el reciente CinemaCon de Las Vegas que su próximo trabajo será no sólo en 3D, sino a 120fps, el formato impulsado por Doug Trumbull. Es una excelente noticia. Quizás alguien se ha dado cuenta que la experiencia 3D que nos estaban dando la mayoría de exhibidores no era lo que tenía que ser por los niveles de brillo en pantalla demasiado bajos (proyecciones hasta 4 veces más oscuras que las 2D), y será con la llegada del láser y el HDR de Dolby Vision que se quiere dar un relanzamiento al 3D, pero lo que es indudable es que a los que vamos a ver pelis en 3D, nos lo están poniendo difícil en cuanto a oferta.
Ayer vi Wolf Totem, de Jean Jacques Annaud (otro grande del cine), y tuve que ir a las 22:00 y eso que se estrenó hace menos de 2 semanas.